del Pacífico azul,
refleja en las estrellas
la tristeza, su solitud.
Abandonados en el tiempo,
el musgo verde su ataúd,
los colores del olvido
amargos destellos de luz.
como delicado algodón tejido,
las suaves olas en la playa
contra las rocas estallan sus gemidos.
Las palmeras están quietas,
sus hojas aguantan un suspiro,
la dulce brisa sabe a vida,
el mar respira con alivio.
En la tierra olvidada,
el cielo es un abismo,
los islotes flotan solos,
bailando a su propio ritmo.
La música en el viento,
se contagia de dulzura,
al volar entre bromelias
desvanece la amargura.